Todos somos actores en este escenario.

Quizás, alguna vez habrás pensado que no tiene caso esforzarse por cuidar o salvar esta Tierra, si al fin y al cabo, ya tiene sus días contados. O tal vez te ha parecido que una sola voz o una sola acción, por parte tuya, no llegará a lograr gran cosa.

Yo misma llegué a pensar así en el pasado, en muchas ocasiones. Mi política al respecto era como aquel dicho que reza: "una sola golondrina no hace verano". Pero, hoy me gusta más la frase que una vez escuché a mi hermano: "cuando vemos una golondrina, ella nos dice que el verano está por venir".

Es que tu voz y tus acciones, unida a las mías y a las de tantos y tantos miles que se alzan en pro de la conservación de la Tierra, del medio-ambiente, en fin, de nuestro planeta; poco a poco, va logrando la diferencia.

Es algo así como orquestar un gran concierto. Cuando escuchamos una compleja pieza musical, lo que finalmente apreciamos es el todo de la misma. Mas, si la analizamos hasta su raíz, veremos que todo empezó por una simple nota musical que, combinada con otra y otra y otra, fue formando acordes musicales; y éstos acordes a su vez, bien concertados entre sí, conforman el producto final que llegamos a apreciar como una hermosa pieza musical. 

Con el madurar de mis años comprendí que yo, y solo yo, soy responsable de lo que haga sobre esta tierra y de la forma que impacte sobre ella, dejando una huella ecológica, para bien o para mal. Hay mucho que tú y yo podemos hacer para aportar cada grano de arena que, junto a otros muchos más, formará un notorio monte.

Cuando desecho a la basura los plásticos de six-pac que vienen con las latas de refresco, les coro primero cada aro, para evitar que algún animal quede atrapado en ellos. No me importa sin otros millones de personas no lo hacen. Aún así, yo tendré la seguridad y la tranquilidad de, al menos no seré la responsable de que algún animal quede atrapado en el six-pack que yo arrojé. Y tengan por seguro de que yo no soy la única que lo hace. Tal como yo, también hay miles de personas que lo hacen. Y así, vamos marcando la diferencia. Y eso es solo un simple ejemplo.

Quiero plantearte una pregunta: si tú y yo nos adentrásemos en alta mar, en un pequeño bote de madera y vieras que tomo un taladro de mano y comienzo a hacer agujeros a nuestra embarcación, ¿me lo permitirías tú?

¡Por supuesto que no! ¿Y la razón? Pues, obviamente, porque tú también estás a bordo y si se hunde el bote, ¡nos hundiríamos los dos!

Bueno, de la misma manera, la Tierra es nuestro único "bote" y todos vamos a bordo en él. Sin importar quién taladre los agujeros, todos los que estemos a bordo naufragaremos por igual. Si se hunde el bote, nos hundimos todos con él. Y lo peor es que ¡no hay más botes salvavidas! ¡No hay más planeta a dónde ir!

"No hay pasajeros en la nave espacial tierra. Todos somos tripulantes."

Herbert Marshall Mcluhan (1911-1980).

Ese es el espíritu de concienciación que quiero dejar plasmado en los escritos de mi blog.

No importa si haces o si dejas de hacer; sea como sea, estás dejando tu huella sobre este planeta sobre el cual estás, sea para bien o sea para mal.

En esta tierra no hay público ni expectadores. Todo es un solo y mismo escenario y, aunque no te hayas dado cuenta, tú eres un actor. Proactivo o pasivo, pero igualmente, eres parte del elenco de la obra.

Por eso, todas, todas tus acciones cuentan. Jamás olvides eso...